Inception




¡Bienvenidos! 

Este Blog aspira a ser una suerte de crónica de las venturas y desventuras vividas por aquellos valientes que tuvieron el infortunio de enamorarse de esas pequeñas maravillas, fabricadas con Acrilonitrilo-Butadieno-Estireno, material mágico que en las forjas de los maestros, se convierte en los increíbles ladrillos LEGO. 

Ahora, coleccionar LEGO en el tercer mundo, es parte agonía, parte éxtasis; los desafíos de los altos costos, la concentración de distribuidores, los impuestos de importación, y la baja capacidad adquisitiva, se han combinado para crear una subcultura muy pintoresca de coleccionistas, revendedores, grupos secretos, y cacería de ofertas. Este es el drama que nutrirá estas crónicas. 

¿Por qué LEGO 375?

El nombre de este blog, como habrán ya deducido los letrados en las artes oscuras, es un homenaje al mítico Castillo Amarillo 375, lanzado por LEGO en 1978. En este año, sonó la trompeta, y se rompió el sello: La minifigura LEGO, ese pequeño habitante de mundos en miniatura, había comenzado su recorrido por los confines de la tierra, y lo hizo en los 3 temas fundamentales que dominarían el resto del Siglo XX: Castillo, Ciudad y Espacio. 

Legoland había nacido. 

El Castillo Original, con sus torres amarillas, su puente levadizo, y sus (increíble) 14 figuras, fue un diseño tan definitivo, que no fue sino hasta 1984 que LEGO pudo sucederle con un modelo digno (El igualmente mítico Castillo Gris 6074). Para ese entonces, los tiempos habían cambiado, y las paredes, construidas en el 375 ladrillo a ladrillo con las más básicas piezas, habían sido sustituidos por paredes preformadas. 

Así que rindamos un poco de homenaje a ese set icónico que nos saluda desde la era mitológica. En ella, habita aun un afortunado niño de 7 años que se maravilla con las posibilidades de un puñado de bloques amarillos y unos hombrecitos de rostro sonriente. 

Gemini










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